martes, 24 de marzo de 2020

Descubriendo el castillo de Soutomaior

    Desde Archeology world hemos decidido irnos a tierras gallegas para pasar una tarde disfrutando de los encantos del Castillo de Soutomaior. Situado a poco más de 20 kilómetros de la ciudad de Vigo, en la provincia de Pontevedra, este conjunto arquitectónico, mitad fortaleza, mitad palacio neogótico se sitúa en la cima de un monte a 119 metros sobre el nivel del mar. 
     El origen de esta fortaleza no está demasiado claro, aunque se vincula a la figura de Paio Méndez Sorrede señor de Soutomaior (siglo XII) durante el reinado de Alfonso VII.

     Accedimos al recinto amurallado por la zona sur donde podemos observar el escudo de armas del Marqués de Mos, uno de sus propietarios y, donde intuimos la silueta del hermoso castillo.

viernes, 20 de marzo de 2020

SISAPO , explendor tarteso-visigodo

En esta ocasión y enlazando con mi anterior entrada voy a enseñaros Sisapo Vetus. En Mérida, recordaba con quién hice la visita y en esta ocasión debo comentaros que Sisapo la he visitado por primera y única vez por ahora, con mi gran amigo Juanjo.
Por error, se pensaba que Sisapo y sus minas pertenecían a Almadén, de las que seguro habéis oído hablar. Lo cierto era que Almadén pertenecía y era controlada por Sisapo Vetus. La confusión viene dada porque existe otro Sisapo en la misma zona, de época posterior, que pertenece también a Sisapo denominada Sisapo Nova y situada en el Cerro de las Monas, al sur de Almadén.

sábado, 7 de marzo de 2020

Visita express a Merida

    El otro día pude hacer una visita exprés a Mérida o una media maratón, como queráis decirlo jeje, ya que con cámara en mano (sin trípode y de noche) realicé media maratón para plasmar esta visita y poder compartirla con vosotros. Fueron 4 kilómetros en 40 minutos después de haber currado todo el día, ¡que a gusto dormí! jajaja.
    Este viaje tiene grandes recuerdos para mí, recuerdos que se remontan a la Semana Santa del 2006  donde me tomé 3 o 4 días para visitar la ciudad. No voy a cuestionar si a dicho viaje fui enamorado o no, quién me conoce sabe la respuesta. Lo que no cabe lugar a duda es que volví enamorado del Templo de Diana. Aún recuerdo con si fuera hoy como la conocí. Había comprado unas monedas Romanas en una pequeña tienda de la zona donde las calles eran muy estrechas, cuando de golpe apareció a mi izquierda, deslumbrándome con su belleza y dejándome paralizado.