miércoles, 27 de enero de 2021

La Leyenda del Dragón Asturiano

Hola estimados lectores,  recién me he mudado a España, más específicamente al hermoso pueblo de Gijón,  y ya me siento atrapado por sus paisajes, personas bonitas y curiosas costumbres.

Entre los lugares que he visitado está la playa de San Lorenzo, en el cual pasé un rato agradable con la brisa del mar y jugando con las mascotas que los habitantes del lugar llevan a pasar el rato. Sin tener conocimiento de que esa playa es la cuna de una de las leyendas asturianas más curiosas, por eso en el día de hoy hablaremos de: El Cuelebre de Xixón/Gijón.


El dragón asturiano (le cuelebre) es descrito como una bestia que no para de crecer por el paso de los siglos y los siglos para desplegar un día sus alas de murciélago, cubierto de escamas más duras que el hierro y con una gran atracción por el oro y los objetos brillantes los cuales oculta en algunas cuevas. A esta misteriosa criatura le acompañan numerosas historias contadas de boca de los propios habitantes de la zona de los cuales el equipo de Archeology World estará compartiendo ahora:

Testimonio de Barbara Milagros:

Tuve la oportunidad de conocer a una de las simpatizantes de los mitos y leyendas de Gijón y ella junto a otros vecinos de la zona contaron para nuestro conocimiento y nos recomendó el libro Mitos y Leyendas Asturianas. 

Hace mucho tiempo el Dragón Asturiano vivía en una cueva frente a la isla de la fontica (conocida modernamente por su forma como la isla de la tortuga) y tenía aterrorizados a los pescadores y habitantes de la zona por como destruía sus botes y recursos para vivir. Desesperados buscaron ayuda en Gorín, un ermitaño, el cuál se ofreció a dar muerte a la criatura, pero a cambio de tal hazaña debían alimentarlo de por vida. Al comenzar su viaje busco ayuda en Xuana, una chica de no más de 16 años para que lo acompañara hasta la cueva. Al llegar y ver que se acercaba hacia ellos, Gorín le quitó la faja que ceñía la cintura de la joven y lo arrojó a la cabeza del dragón dejándolo manso y dócil. Rápidamente el ermitaño entró en lo profundo de la cueva y encontró un laurel de oro, que era el tesoro que custodiaba y acto seguido lo lanzó al mar y ordenó a la ya calmada bestia fuera tras él, desapareciendo así en las profundidades del océano para siempre. 

El ermitaño pasó a vivir en la cueva y los pescadores cumplieron su palabra y cada semana lo abastecían de alimentos y si olvidaban hacerlo un cuervo se posaba en el lugar que es conocido como La Colina del Cuervo y con sus graznidos recordaba a los pescadores de su obligación con Gorín. 

Que ocurrió luego? 

Al pasar el tiempo encima de la cueva de esta bestia fue edificada una capilla, dicha capilla fue bautizada como la de San Lorenzo del Mar, donde también se le dio ese nombre al cabo y al inmenso arenal que rodeaba el lugar naciendo así la playa de San Lorenzo. 

Te gustó la nueva sección de mitos y leyendas?? Por favor dígannos qué les pareció en los comentarios, gracias y un saludo de parte de todo el equipo de Archeology World.

 

Texto y fotografia : Oscar Castle

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