miércoles, 10 de febrero de 2021

La vacuna como salvación

Hoy en día que estamos inmersos en plena pandemia y administrándose las primeras vacunas, a los que algunos son reticentes, hemos decidido remontarnos en el tiempo para contaros la historia de una enfermedad contagiosa como fue la viruela y, como se erradicó. 

La viruela no se sabe exactamente cuando surgió aunque se cree que se originó en la India o en Egipto hace 3.000 años.

La momia de Ramsés V, que reinó entre 1147 y 1143 a.C., muestra marcas en su piel de haber padecido la viruela, lo que le habría provocado la muerte a la edad de 35 años. 

Aunque las últimas investigaciones sobre ésta enfermedad, apuntan a que es mucho más reciente de lo que se creía, o una mutación de ella, posiblemente en el siglo XVI ó XVII. 
Este cambio se produjo por el descubrimiento de la momia de un niño de apenas cuatro años de edad hallado bajo la iglesia del Espíritu Santo de Vilna (Lituania). 
Después de realizarle un estudio genético confirmaron que éste pequeño murió en 1654 a causa de la viruela. Compararon su muestra con otras 42 de la misma enfermedad concluyendo que la del niño es antecesora a todas ellas. Lo que todavía sigue sin saberse es como apareció está enfermedad, que posiblemente fue transmitida por un animal. 

En el siglo XVI con las rutas comerciales se extendió el virus de la viruela por Asia, África, Europa y hasta las Américas. 

En Europa, se cree que mató a 60 millones de personas en el siglo XVIII.
Y a 300 millones en el siglo XX a nivel mundial. 

La viruela es una enfermedad muy contagiosa provocada por un virus. Lo más característico eran unas llamativas  erupciones cutáneas además de fiebre, dolor de cabeza y vómitos. El contagio se producía a través del contacto directo o por medio de objetos contaminados como la ropa. 

En 1720 Lady Mary Wortley Montague, esposa del embajador de Inglaterra viajó a Turquía donde vio como los lugareños se pinchaban con agujas impregnadas de pus de la viruela de las vacas no contrayendo la enfermedad. Al volver a Inglaterra lo hizo con sus hijos y con otras personas encontrando la oposición por parte de la clase médica.

En 1796 Edward Jenner estudió a las lecheras que solían ser inmunes a la viruela. Descubrió que durante el ordeño tenían contacto con el pus de las ampollas de las vacas (viruela bovina) y las hacía inmunes. Probó sus hipótesis con un niño de 8 años que solo tuvo fiebre, inoculando después a más personas y demostrando su eficacia. 

Aquí en España tenemos que hablar del doctor Javier de Balmis, médico personal del Rey Carlos IV. Organizaron la llamada Expedición Filantrópica de la Vacuna con la idea de extender la vacunación hasta América. 

 El mayor problema que se encontró era como transportar la vacuna. La solución fue llevarla en seres humanos. Se eligieron niños porque era más seguro que no hubiesen padecido la enfermedad. Para evitar problemas con los progenitores se escogieron a 22 niños huérfanos de la Casa de Expósitos de la Coruña. 
Así, el 30 de Noviembre de 1803 salió del puerto de La Coruña la corbeta María Pita. A bordo, el doctor Balmis, el cirujano José Salvany, la enfermera y rectora del orfanato Isabel Zendal Gómez acompañada de su hijo y los 22 niños huérfanos entre 3 a 9 años. 

Durante el trayecto se transmitía la vacuna cada semana de dos en dos. 
A pesar de las reticencias entre la población por las que transcurría la expedición vacunó directamente a unas 250.000 personas.


El último brote de viruela se produjo en Somalia en 1977 y desde 1978 se considera una enfermedad erradicada.

Hoy no es la viruela la que nos acecha sino el Coronavirus y tenemos que confiar en que con los avances científicos logremos exterminar de una vez y para siempre esta pandemia. 


Texto: Violeta López

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