sábado, 1 de agosto de 2020

Nuestra Señora de la Oliva en Almonacid de Toledo

Realizando un pequeño recorrido por Almonacid de Toledo, Archeology World decidió acercarse a la pequeña ermita de Nuestra Señora de la Oliva. Recorrimos los pocos kilómetros que la distancian del pueblo, rodeados de olivos, encontrándonos con dos edificios aparentemente reformados, la ermita y un seminario religioso.

Una de las hermanas nos recibió con una amabilidad y sonrisa extraordinarias permitiéndonos recorrer y fotografíar la preciosa ermita.


Si nos remontamos a su historia, hay una fecha clave, julio de 1330. Un joven pastorcillo de nombre Celedonio escuchó una melodía, al acercarse a su procedencia se le apareció una hermosa señora identificándose como la Madre de Jesús. Ésta, encomendó al muchacho informar al pueblo de que se hallaba una imagen suya escondida, a la cuál debían desenterrar y edificar una ermita, recompensándolos siendo la protectora especial de la comarca. 

Celedonio regresó al pueblo y después a los pueblos vecinos pero solo recibió desprecio y rechazo. Regresó entristecido al lugar donde la Virgen se le volvió a presentar, informándole de que nadie le creía.
La Señora tomó el cayado del muchacho y tocando con él la tierra brotó un verde y corpulento olivo. Después le mandó regresar al pueblo e informar a los vecinos de que viniesen a ver el árbol en cuyo pie yacía enterrada su imagen. También le informó de que se encontraría una comitiva que conducía al cementerio el cadáver de un niño, debería tocarle con el cayado para que el pequeño resucitase.

Calcedonia regresó a Almonacid, encontrándose con la comitiva funeraria y haciendo resucitar al niño. Una vez convencidos y admirado por todos, los condujo al lugar del olivo donde cavaron hasta alcanzar una hermosa imagen de la Virgen, llamándola desde ese instante la Virgen de la Oliva. Por este hecho, durante siglos, fue conocido el pueblo como Almonacid de la Oliva hasta que se cambió a Almonacid de Toledo que es como se conoce en la actualidad.

El olivo que brotó alimentaba de aceite la lámpara que ardía permanentemente ante el altar de la Virgen, además de repartirse entre los devotos para curar diferentes dolencias.

El pastorcillo murió seis años después de la milagrosa aparición, siendo enterrado en la misma ermita, delante del altar.


La actual ermita data del siglo XVI siendo un edificio de planta de cruz latina con tres naves separadas por cinco arcos de medio punto sustentado por pilares. 


La nave central presenta una bóveda de cañón y una pequeña cúpula.

La decoración destaca por su sencillez, predominando el blanco y resaltando unas pequeñas y coloridas vidrieras en la zona superior.

Lo realmente espectacular de esta pequeña ermita son los frescos que decoran la zona del altar, obra de Alonso de Arco, además de la iluminada Virgen María que destaca entre las pinturas.



Desde Archeology World os recomendamos que si visitáis el pueblo de Almonacid y su castillo, os acerquéis hasta la ermita. Además podréis comprar artesanía y productos elaborados por las hermanas de María Stella Matutina como jabones, velas, mermeladas o rosarios entre otras cosas.

Por último, queremos agradecer a las hermanas de María Stella Matutina la amabilidad y gentileza con la que nos recibieron y nos atendieron.

Texto: Violeta Lopez
Fotografias: Violeta Lopez y Jorge Francisco

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