Recientemente nos enteramos de la noticia de un descubrimiento en Rielves, un pequeño municipio de Toledo. Se comentaba que habían encontrado restos romanos así que, el equipo de Archeology World decidió investigar sobre este hallazgo.
Descubrimos que los comentarios vecinales eran ciertos a medias. Sí se habían encontrado restos de épocas pasadas pero el descubrimiento como tal ya se había producido hacía muchos muchos años, concretamente en el siglo XVIII.
Antiguamente, la tierra donde se encuentra la villa era de una de las familias más importantes de Rielves. Con el paso de los años muere el último miembro familiar sin dejar heredero cediendo sus propiedades a la iglesia.
En marzo de 1780 unos trabajadores que se encontraban limpiando de maleza la finca encuentran un mosaico. De inmediato, suponiendo la importancia del hallazgo, se lo comunican al arzobispo que era en ese momento el cardenal Lorenzana, un hombre al que le apasionaba la arqueología. Éste se lo comunica al secretario del rey Carlos III, el llamado Conde de Floridablanca al que le parece una buena idea el financiar la excavación junto a la autorización real.
Así, en mayo de 1780 el arquitecto Juan Pedro Arnal, director de arquitectura de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, comienza la excavación. Al finalizar juntó toda la documentación que logró reunir y la publicó en la imprenta real. En esos documentos se podían ver planos de la villa romana con los 19 mosaicos que la componían. Para proteger el hallazgo se decidió volver a tapar los mosaicos preservándolos de un posible robo o destrozo.
De esta forma, pasaron los días y los años cayendo en el olvido aquellos restos romanos que la tierra se encargaba de que nadie pudiese volver a verlos.
En el año 1923 por casualidad Francisco de Borja Sanromán, director del museo de Santa Cruz, encuentra el libro de Juan Pedro Arnal preguntándose si todavía estarían en ese terreno los mosaicos. Decide acercarse a Rielves y recorrer por él mismo el terreno no hallando a simple vista ningún resto destacable. Ante este resultado se comunica con el alcalde y con el propietario para realizar unas zanjas en el terreno para comprobar si todavía quedaba algo. Después de la excavación publica en la revista de Bellas Artes los documentos referentes a un mosaico completo que volvieron a cubrir con tierra.
En 1934 el arqueólogo Fidel Fuidio Rodríguez narra en su artículo "Carpetania Romana" como junto a Leyún Pérez de Barradas deciden ir a Rielves con la intención de comprar las fincas, conociendo lo que en ellas se escondía y poder protegerlos, pero el dueño se niega a vendérselas.
En el año 1968 se realiza una excavación por parte del Ministerio de Educación y Ciencia con la realización de dos zanjas en las que se comprueban que los mosaicos todavía pertenecían en el terreno.
Con toda esta documentación que logró reunir el ayuntamiento de Rielves no tenía dudas de que los restos romanos deberían de permanecer escondidos en la finca de "el Solado".
El paso del georradar y unas pequeñas catas en el terreno dieron unos buenos resultados. Así que, el ayuntamiento de Rielves decidió adquirir los terrenos de "el Solado" con la intención de realizar una campaña de excavación para confirmar los datos obtenidos.
Una vez obtenidos todos los resultados se ha llevado a cabo durante este verano la primera excavación. El temor que se tenía era el estado en que estarían los mosaicos ya que esta zona es de cultivo y el uso de arados pudieron haberlos dañado.
Se realizaron varias catas. En una de ellas se localizó piedra y en otra sí que encontraron el tan preciado objetivo. Un mosaico de formas geométricas veía la luz.
Algunas teselas se desprendieron con mucha facilidad y se encontró alguna marca de arado pero eso no quitaba belleza ni importancia a la magnífica decoración romana.
Finalizada la campaña, que a muchos le supo a poco, se ha vuelto a tapar con tierra el mosaico esperando con ansia a que el año que viene se vuelva a retomar la excavación para seguir descubriendo los secretos que ocultan estas tierras de Rielves.
Por nuestra parte, permaneceremos atentos a como se vayan desarrollando las obras de excavación y os mantendremos informados de las novedades. Por último agradecer al alcalde de Rielves toda la información proporcionada y las facilidades para poder divulgar este importante y precioso descubrimiento.
Texto y fotografía: Violeta López
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